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La yerba mate, cada vez más argentina y con sello propio

La yerba mate llevará a partir de ahora un sello de indicación geográfica. BLAS MARTINEZ La yerba mate, materia prima de la tradicional...

La yerba mate llevará a partir de ahora un sello de indicación geográfica. BLAS MARTINEZ


La yerba mate, materia prima de la tradicional infusión argentina que es sinónimo de amistad, llevará a partir de ahora un sello de indicación geográfica. “Yerba Mate Argentina” es la denominación de origen que utilizarán los productores de Misiones y Corrientes, las dos únicas provincias que cobijan en sus rojos suelos 165.000 hectáreas de yerba mate de donde se obtienen casi 290 millones de kilos del denominado “oro verde”.
 
 
A través de la resolución 13, el secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Néstor Roulet, aprobó el pedido que había nacido en Misiones hace varios años, cuando los productores yerbateros elaboraron un protocolo de producción y elaboración de yerba mate, con la intención de tener un reconocimiento similar al que consiguieron en su momento otros productos conocidos mundialmente, como el champagne o el roquefort, cuyos productores, en Francia, cuentan con la exclusividad de la marca para comercializar el producto. Algo similar sucede con el varietal Malbec de algunos vinos producidos en los terruños de Luján de Cuyo, Mendoza, que tienen la denominación de origen controlada (DOC).

Desde Agroindustria dijeron el reconocimiento para la yerba mate “garantiza una calidad vinculada con el origen geográfico y posibilita que el consumidor acceda a una mejor información a la hora de diferenciar el producto”. Roulet sostuvo además que esta distinción “brinda protección legal y registro a una infusión nacida en nuestro territorio, cuyo consumo está arraigado en la vida diaria de millones de personas”.


Argentina es el principal productor mundial de yerba mate, seguido por Brasil y Paraguay. Conocida científicamente como Ilex Paraguariensis, este árbol típico de la Selva Paranaense ya era utilizado por los aborígenes guaraníes y fueron los sacerdotes jesuitas quienes iniciaron su cultivo en los campos cercanos a las reducciones.

El mate es además la bebida más consumida por los argentinos, que por año toman unos 100 litros per cápita. Según un relevamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), el 73% de los argentinos consume esta infusión rica en minerales (calcio, magnesio, potasio y fósforo) y vitaminas (C y B1).

El presidente de INYM, Luis Pietro, sostuvo que el sello de indicación geográfica “es una distinción que nos va a permitir tener una identidad como producción regional, no sólo identificando la zona de producción dentro del país, sino de distinción cualitativa para el mundo”. Y agregó: “Estamos buscando nuevos mercados y nuestra yerba, por sus características de producción y elaboración, tiene su particularidad y la queremos hacer notar en el comercio internacional, acompañando con la calidad que debe tener el producto y teniendo en cuenta que los consumidores del mundo saben de calidad”.
 
Desde el INYM explicaron que en Misiones y Corrientes hay unos 8.000 productores primarios que realizan la cosecha entre marzo y septiembre. El producto pasa luego por alguno de los 200 secaderos, donde se deshidratan las hojas y colocan en bolsas para su estacionamiento. El proceso de elaboración es finalizado por alguno de los 120 molinos existentes en el país: allí se encargan del empaquetado y su llegada a las góndolas. Se estima que en el mercado conviven unas 400 marcas.

Unos 37 millones de kilos se destinan anualmente a la exportación. De ese total, el 65% va a Siria, donde se extendió la costumbre de matear pero con una característica muy particular: allí lo que gira es la pava o el termo y cada persona tiene su mate personal y no lo comparte.


Fonte: Clarin